Se acabaron las IV, las prisas, los nervios pero también el reencuentro con amigos viejos y nuevos, las risas y la conversaciones sobre literatura y todo lo que le rodea.
Este año han sido un poco raras, hemos tenido problemas técnicos con las inscripciones, se nos han acumulado a última hora cien pequeños detalles, pero todo se ha superado con una enorme entrega por parte de todos, no solo de la organización que es nuestra obligación, si no también por parte de los ponentes, a los nunca me cansare de dar las gracias, y de quienes están siempre ahí, detrás sin que se les vea, como son Javier Oliva ( nuestro Barsaba, siempre optimista y dándonos ánimos y prestándonos su casa para organizarnos en los últimos detalles), Olalla García ¿qué haríamos sin ella, si no la tuvíeramos respaldandonos?. Y sobre todo a Cari Castaño nuestra anfitriona en La Casa Encendida, siempre atenta a los detalles.
Creo que han sido unas mesas de un nivel impresionante y llena de gestos de generosidad que no quiero dejar pasar: Eva Vázquez ponente de la mesa de ilustración, tuvo la generosidad de compartir con nosotros el día de su cumpleaños, Enrique Redel, editor de Impedimenta, vino enfermo, a base de controlar su fiebre con medicamentos, José Sanchis, ( el que tal vez sea hoy nuestro mas importante dramaturgo y director de teatro) estaba como un clavo a las 10 de la mañana del domingo pese a que el sábado estaba en Toledo recibiendo un premio.
Lo mejor de cada Jornadas es que son diferentes y enriquecedoras, que nos abren cien caminos diferentes, como de forma amena, nos transmite sus experiencias.
La ilustración, las portadas son cada vez mas importantes, la carta de presentación de los libros físicos, como así nos trasmitieron Eva Vázquez y Javier Olivares, y Diego Moreno, pero no se quedaron ahí, los horizontes que se abren son mas amplios con las nuevas tecnologías, que pueden ser un instrumento mucho mas rico del ahora podemos imaginar.
Las mesas se quedan cortas y siempre quedan cien temas por tratar, me hubiera gustado mucho mas tiempo para Álvaro Fuentes y Santiago Eximeno, Álvaro tiene mucho que aportar a la experiencia de divulgacion de género y un ojo clínico para elegir lo que merece la pena en un tema tan complicado como es el terror, y Santiago es un maestro escribiendo, que ha conseguido con pequeño grupo de escritores dar a la literatura de terror, fantástica y de cifi, una voz propia y personal, que tendremos que ir descubriendo y de la que nos sentiremos orgullosos cuando los veamos convertidos en clásicos.
Jesús Palacios es un pozo de conocimiento que transmite a borbotones, sin poderlo evitar. Fué el tercer ponente de la mesa de clásicos olvidados, el tercero Pilar Adón, que nos volvía a acompañar ( tuvimos la suerte de contar con ella de ponente el año pasado en la mesa de traducción). Enrique Redel y James Womack, nos hablaron de sus aventuras para sacar títulos nuevos, los avatares de unas editoriales pequeñas y la satisfacción de cada pequeño triunfo, la ilusión de amantes de su trabajo. La alegría de ver como rescatan a autores olvidados de alguna forma incluso en sus propios países de origen, pioneros de tendencias que marcan a lectores.
Dos generaciones se juntaron en la mesa de Teatro, la del maestro y la del joven ya consagrado: José Sanchis, y Pablo Iglesias, diferentes a la hora de trabajar pero con unos conceptos comunes compartidos. Teatro para representar pero también teatro para leer. Nos describieron su proceso creativo, como escriben y como encuentran a veces los detalles que marcan hitos en la representación de una obra sobre el escenario.
La complicidad en la mesa de novela Histórica la lleno de humor facilito que tal vez fuera mas participativa. Teo Palacios y Gabriel Castelló, nos contaron como consiguen dar vida a sus historias, como buscan sus fuentes y como construyen a sus personajes en un constante interaccion con el público.
No quiero olvidarme tampoco de nuestros anfitriones en las comidas, del Mesón La Coruña, al ladito mismo de La Casa Encendida, que nos redondearon los ratos de confraternizacion en las tertulias.
Muchas gracias a todos y mil perdones por los fallos.
Julia